En la cumbre del Perdido, uno de los tres picos que forman as tres Serols, entre las nubes, oculto por un muro de hechizos inmutables, que perduran a lo largo de los siglos existe un extraordinario castillo, construido por un mago llamado Atland.
Dicen que el modo más sencillo de llegar a este lugar es mediante un caballo volador. Quién lo consiga verá un esplendoroso palacio que no tiene nada que envidiar al mismísimo Templo de Salomón. Esta rodeado de jardines, feraces prados, regados por airosas cascadas. Todo un espectáculo para nuestros sentidos, eso, si somos capaces de desentrañar los poderosos conjuros que protegen su visión. También es necesario tomar precauciones, cuenta la leyenda que el palacio está lleno de fieras salvajes, como osos, tigres, leones y panteras…