Barranco de envergadura, bien excavado, accesible con cierta comodidad, tanto en la aproximación como en el retorno, variado y con esfuerzo e interés mantenido. Bien concebido en cuanto a conseguir el mejor clima inmediatamente, sin prolegómenos, y mantenerlos durante prácticamente todo el recorrido. Gran paisaje, una buena garganta y extraordinario ambiente de bosque. Un buen bagaje que permite recomendarlo sin dudar.
Es preciso acertar con el caudal, ni excesivo por problemático ni en el estiaje por problemas de marmitas vacías. Es barranco, por su orientación, para el mediodía con mejor luz , sol y mejor temperatura del agua.
Acceso: Torla y carretera Ordesa. Desde el Puente los Navarros, pista de tierra hacia el O., hasta San Nicolás de Bujaruelo. Dejar el vehículo. Tomar el puente y senda bien marcada y trazada, en conocido camino que sube al collado de Bujaruelo y pasa a Francia. En un primer tramo salva el contrafuerte rocoso a base de revueltas, para llegar a la tasca alpina, en zona aun con arbolado. A partir de este momento se apreciará con claridad, a mano izquierda, NO, el corte de la garganta. Seguir el camino hasta una zona desde la que se distingue el agua del barranco, en una parte accesible, justo en el tramo previo a la garganta. Bajar por la hierba hasta el cauce. Inmediatamente comienza los rápeles.
Descenso: Dos zonas muy marcadas y diferentes. Una primera encañonada, donde domina la roca y la piedra, tortuosa, acuática y con múltiples rápeles, algunos saltables, en general de tipo corto y medio, el máximo es de 20 metros, con posibilidad de algún salto y un tobogán, con múltiples recovecos y cambios de dirección. Una segunda más abierta, con dominio de la vegetación (preciosos bosques de abetos), grandes rampas y caos.
Rápeles largos, del orden de 30 a 35 metros, y desnivel importante que impone en la cabecera de la gran rampa. Agua fría suficiente para incorporar al recorrido prácticas puramente lúdicas. En conjunto, un variado, grato y diferente, además de bueno y deportivo, recorrido, imprescindible en cualquier programación.
El descenso tiene su punto clave en una marmita-trampa de 4 metros de profundidad que, con caudal, esta normalmente llena de agua y no crea problemas (pasa totalmente desapercibida), pero que en estación seca, por su altura, puede dar bastante trabajo. Lo más conveniente es no ir menos de tres personas y llevar algún gancho y estribo. En conjunto, un total de catorce rápeles, de toda longitud, con un máximo de 35 metros, algunos saltables con conocimiento previo de la zona y caudal suficiente.
Regreso: El barranco desemboca en el río Ara unos 300 metros aguas arriba del puente de Bujaruelo. Seguir por la orilla izquierda del río hasta cruzar el puente, a poca distancia del vehículo.
Descripción: Calizo. Longitud 1 km. Desnivel 300 metros. Orientación NE/SO. Cota máxima 1650 metros.
Periodo: Fin de primavera, verano y otoño. Excluir épocas de nieve y frío, crecidas y el pleno estiaje por disminución apreciable del caudal. No madrugar. Al mediodía, más luz y sol y agua con mejor temperatura.
Material: Dos cuerdas de 40 metros. Neopreno completo. Precariedad en algún anclaje. Repuestos y bagas. Algún gancho para la marmita-trampa (en seco).
Horarios: Acceso , 45 minutos, descenso 2.30 a 3 horas, retorno 10 minutos.
Dificultades: Atención a la marmita-trampa, en el estiaje y con caudales bajos, rápeles largos. Agua fría.
Observaciones: Gran ambiente vegetal en la zona baja. Zona periférica de Protección del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Escapes: Un escape entre el R-4 y el R-5 a la izquierda. Antes de las rampas de 35m escape por el bosque a la derecha, muy vestido, pero factible.