En Sobrarbe se pone en marcha y amplía el servicio de visitas guiadas en nueve espacios históricos y de gran valor patrimonial, durante los meses de julio y agosto. A las iglesias de Santa Eulalia de Olsón, San Vicente de Labuerda, Santa Eulalia de Javierre y San Juan de Toledo, monumentos emblemáticos de la zona que se abren desde hace varios años, este verano se han incorporado otros nuevos, como la Iglesia de San Sebastián de Labuerda; la Iglesia de San Esteban y el Molino, en Almazorre; el recinto fortificado de Muro de Roda y una visita a la Torla monumental. La Iglesia de Santa Eulalia de Javierre de Bielsa, una pequeña iglesia románica de estilo popular, guarda en su interior un interesante retablo de pintura gótico dedicado a Santa Eulalia. Románica de tradición lombarda, la Iglesia de San Vicente de Labuerda acoge en su interior un excepcional retablo gótico del taller de Juan de la Abadía dedicado a San Vicente Mártir, pinturas en los muros y una monumental portada. Esta gran iglesia debe su tamaño a la cercanía del lugar en el que se hallaron las reliquias de San Visorio, que se guardan en una arqueta de la sacristía. Hasta el interior de la iglesia se accede por un esconjuradero, un templete cubierto que antaño se utilizaba para alejar las tormentas. En el pueblo de Labuerda se podrá visitar la Iglesia de San Sebastián, con su gran torre de cinco cuerpos, los tres primeros de planta cuadrada, y los dos siguientes octogonales. La iglesia es de estilo gótico aragonés, del siglo XVI.
En el Bajo Sobrarbe, en Olsón, se erige la Iglesia de Santa Eulalia, conocida popularmente como «la catedral de Sobrarbe», una iglesia de estilo gótico tardío (siglo XVI) de impecable factura, con coro a los pies y cubierta por bóveda estrellada. En esta zona también se descubren en Almazorre, la Iglesia de San Esteban y el Molino. El templo románico, de finales del XII está ubicado en lo más alto del caserío con un buen acceso mediante abundantes escaleras pétreas de reciente fábrica. La torre se compone de dos cuerpos y es de construcción posterior (siglo XVI). Un gran edificio de piedra alberga en su interior el Molino de Almazorre, de aceite y harinero, claro exponente de la vieja industria aceitera y harinera que floreció en este pueblo del municipio de Bárcabo.
En el valle de La Fueva, la Iglesia de San Juan de Toledo de la Nata es un magnífico ejemplo románico-lombardo que incluye en su interior un repertorio colorista de excepcionales pinturas murales. Otro de los puntos que dispone de guía es el conjunto fortificado de Muro de Roda, una construcción de carácter defensivo y de tipología medieval considerada como uno de los conjuntos más espectaculares de la provincia de Huesca. Localizado en un emplazamiento estratégico, el recinto fortificado de Muro de Roda, fue documentado inicialmente en el siglo XI como «muro maiore», hasta que en 1134 fuera donado por el rey Ramiro II a la comunidad de canónigos de Roda de Isábena y cambiara de topónimo.
Con la visita «Torla monumental», con salida en la iglesia de la localidad, se hace un recorrido por este pueblo emplazado en la entrada al sector Ordesa del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Interesantes casas y bellos rincones realzan la arquitectura tradicional altoaragonesa perfectamente conservada en este pueblo pirenaico.
El precio de las visitas guiadas a estos monumentos es de 1,20 euros, un precio asequible para conocer algunos edificios que habitualmente permanecen cerrados al público.
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FUENTE: Diario del Alto Aragón