El boj es por excelencia el arbusto con más utilidad para el artesano.
La razón se encuentra en las características de su madera, ésta es muy densa y pesada (ni siquiera flota en el agua) pero de textura muy fina.
Por esto se ha utilizado tradicionalmente para la elaboración de utensilios caseros, especialmente de la cocina.
Está muy presente por todo el Parque Nacional de Ordesa, así como en los alrededores (Bujaruelo le debe el nombre a la abundancia de boj).
Los bojes alcanzan entre 2 y 12 m de altura. La hojas son lanceoladas a redondeadas, opuestas, coriáceas, de color verde oscuro. En la mayoría de las especies miden de 1,5 a 5 cm de largo y 0,3 a 2,5 de ancho. Poseen flores monoicas, con ambos sexos presentes en el mismo ejemplar, poco vistosas. El fruto es una cápsula marrón o gris, de 0,5 a 1,5 cm de largo, normalmente coriácea, que contiene numerosas semillas. Crecimiento muy lento, incluso unos pocos centímetros en todo un año.