Vencejos, aviones, roqueros, halcón peregrino, águila real… quebrantahuesos.
Son innumerables las aves que habitan y aprovechan las numerosas zonas rocosas, las grandes paredes de roca o los desfiladeros más profundos.
Los cortados son los refugios de las aves, ya que tienen numerosas cuevas y grietas donde pueden instalar sus nidos. Los vencejos y aviones (similares a las golondrinas) son los más abundantes. El vencejo no puede remontar el vuelo desde el suelo, por lo que pasa la mayor parte de su vida volando. Se alimenta volando, se aparea volando y duerme volando. |
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El avión también anida en las casas. Sus nidos son de barro y siempre están en lo más alto. En los cortados más difíciles de acceder encontramos el vencejo real. Otras rapaces que anidan en los roquedos son el halcón peregrino y águila real. |
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La ventaja que tienen los roquedos es que las aves pueden lanzarse al vacío desde del nido y levantar el vuelo fácilmente.
El quebrantahuesos, ave carroñera, es la joya de Escuaín y Añisclo. Podemos verlo surcar los cielos de casi todo el Pirineo.
También podemos observar a los alimoches que crían en zonas exteriores. Con la llegada del frío emigra a África.
El buitre común en cambio no tiene problemas de este tipo, tanto puede criar en zonas exteriores como en tierras cercanas al Pirineo.