Comprende los términos municipales de Bestué, Bielsa, Broto, Escuaín, Espierba, Fanlo, Lafortunada, Nerin, Puertólas, Revilla, Sarvisé, Tella-Sin y Torla.
Extensión: 51.396 hectareas.
Situada al norte de Aragón, en los Pirineos Centrales, la RESERVA DE LA BIOSFERA ORDESA-VIÑAMALA fue declarada como tal por la UNESCO en 1977. Con una extensión de 51.396 hectareas, ocupa los territorios de la antigua Reserva Nacional de Caza de Viñamala y el primitivo Parque Nacional de Ordesa. En ella se distinguen dos sectores bien diferenciados: el occidental y el oriental. El primero, en pleno Pirineo axial, está constituido por la Alta Cuenca del Río Gállego y el Valle de Tena y todavía disfruta de la influencia de vientos húmedos atlánticos. El segundo, drenado por el Río Ara y su afluente el Arazas, se encuentra asentado sobre el sustrato calcáreo de las Sierras Interiores Pirenaicas y posee un clima mucho más continentalizado. La variedad, singularidad y representatividad de los biotopos de alta y media montaña presentes en este Espacio, fue la principal razón que condujo a su protección con la figura de RESERVA DE LA BIOSFERA.
Las RESERVAS DE LA BIOSFERA integran una RED INTERNACIONAL DE ÁREAS PROTEGIDAS, establecidas en el marco del Programa Hombre y Biosfera (MaB) de la UNESCO.
Éste surge en el año 1971 ante la preocupación mundial por la desaparición de ecosistemas de especial valor, la extinción de especies y la degradación de la relación del hombre con su entorno. Es un programa científico internacional de investigación, formación y divulgación que se lleva a cabo en más de 100 países. Su objetivo es proporcionar los conocimientos científicos y el personal cualificado necesarios para resolver los problemas que amenazan a los ecosistemas de la Biosfera. Se ha centrado en 6 áreas: Islas y Zonas Costeras, Zonas Tropicales Húmedas y Subhúmedas, Zonas Áridas y Semiáridas, Zonas Templadas y Frías, Ecosistemas Urbanos y Reservas de Biosfera. La creación de estas últimas tiene por objeto preservar los principales ecosistemas de la Tierra. En ellas, los esfuerzos se dirigen hacia la conservación de sus recursos, su patrimonio natural y cultural y el desarrollo de programas de investigación y proyectos piloto que permitan transferir métodos y enfoques de gestión a otras zonas similares.
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FUENTE: aragonesasi.com