El último ejemplar de bucardo, que murió en Ordesa en extrañas circunstancias a principios de 2001, regresará a su origen 11 años más tarde, después de que en 2003 lo disecara un taxidermista de Zaragoza, donde ha permanecido vergonzosamente abandonado desde entonces. Se va a trasladar al Centro de Interpretación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido situado en Torla.
El Gobierno de Aragón, que hizo el encargo al taxidermista experto, como propietario del ejemplar, tomó, en junio de 2012, la decisión de admitir la tantas veces reiterada petición de la Asociación de Amigos del Bucardo de trasladarla al Centro de Interpretación del Parque Nacional de Ordesa en Torla. El ejemplar lleva desde 2003 en el taller de este taxidermista.
La idea de la clonación de este ejemplar sigue en el aire. Las células epiteliales de esta subespecie de cabra montés, Capra Pyrenaica Pyrenaica, se conservan en laboratorios pero se desconoce cuál será su futuro.